lunes, noviembre 19, 2007

No sé qué soy, pero sé de qué huyo


Vuelvo a encontrarme esta noche con uno de los amiguitos con los que (desde hace mucho, ya para siempre; con grata insistencia este otoño) uno siempre se acaba tropezando.
Aparece leyendo esto:

"El lector de las páginas que anteceden se ha interrogado seguramente sobre la alternativa -posible y opuesta- a las corrientes irracionalistas aquí criticadas o preguntado, en todo caso, cuál es la osición del autor. Aunque implícitas, las opciones están presentes, en cierto modo, en las mismas críticas a las ideas expuestas y en las argumentaciones utilizadas para rebatirlas. Es verdad que sólo se menciona en raras ocasiones a aquellos filósofos que mejor expresan mi manera de pensar. Parecería que la crítica se encontrara con un vacío donde ningún sistema sustituiría a los que han sido negados, acaso porque se sabe, desde Dante, que es más fácil mostrar el mal que el bien. El sucesivo abandono de teorías filosóficas o la decepción frente a ideas políticas no conducen, sin embargo, al escepticismo; para quien sabe extraer lecciones de los errores y de los fracasos, éstos alientan, por el contrario, nuevas expectativas de aproximación a la verdad. La divisa de mi derrotero intelectual es la conclusión de Montaigne: "No sé qué soy, pero sé de qué huyo."

Juan José Sebreli
El olvido de la razón
(Un recorrido crítico por la filosofía contemporánea)
Debate

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Moli tienes tic.

Pero te falta el tac:

por eso no eres un reloj.

Anónimo dijo...

Moli, tienes tic.

Pero te falta el tac:

por eso no eres un reloj.

Anónimo dijo...

Los relojes son cosa muy seria.

Véase:

http://www.casio-europe.com/es/watch/collection/f-91w-1yef/