jueves, enero 25, 2007

ABEJAS


DE CÓMO UN ENJAMBRE DE ABEJAS SE POSA EN LA BOCA DEL NIÑO SAN ISIDORO (639 d.C.).
Era Isidoro aún muy pequeño, cuando lo dejaron durmiendo en el jardín. Un enjambre de abejas fue a posarse sobre el niño y algunas de ellas entraron en su boca. Allí depositaron su miel, presagio de que de esos labios brotaría una dulce elocuencia, semejante a la miel que se escurre por los panales donde la recogen las abejas, que acabaron convirtiéndose en atributo o símbolo de San Isidoro.– Acta Sanctorum, Bolandistas, 4 de abril.

Eça de Queiroz
Diccionario de Milagros
(trad. de Mario Merlino)
Mondadori

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Toda profesión de este mundo tiene cultivadores celosos y resueltos a ponerla en práctica; y esto es lógico que suceda porque tienen presente la recompensa de su trabajo. Mas el arte del divino servicio tiene muchos discípulos negligentes, tibios, endurecidos por la inercia de su pereza; y esto acontece por cuanto su labor no se ordena a una recompensa en esta vida, sino en la futura. Así, pues, dado que la retribución del salario no alcanza en seguida a su trabajo, languidecen casi perdida la esperanza. De ahí que una brillante gloria aguarde a aquellos que llevan a término, con un resultado más positivo, los principios de la conversión a una vida ejemplar y que con tanta mayor brillantez se disponen a merecer el premio cuanto con mayor firmeza comienzan y llevan a término los trabajos del arduo peregrinar.

Anónimo dijo...

amén.

Unknown dijo...

Cada vez nos place más el blog.
Parabienes para Mo.
Y para Eça.
Vale

Anónimo dijo...

Según la creencia popular, Sayed Jafar visitó las estrellas, como astronauta precursor, en un vehículo luminoso elemental sin fuerza motriz aparente, primórico y primigenio.

Los Gulshani devolvieron su legado metafísico en un cofre de bronce, plata y cobre a la Hermandad Azamia (La Mayor) en el siglo XVII, conservando tan sólo, según se dice, los poderes de entrevistarse con ciertas figuras históricas fallecidas tiempo atrás.

A Sayed Jafar, Gran Maestro de los Cuatro Senderos, se le preguntó:

-¿Cuál es el mejor de los Senderos y por qué hay tantos grupos de gente ansiosa alrededor de las instituciones que imparten la iluminación?

Sayed Jafar respondió:

- Hubo una vez un bosque que surgió de semillas, éstas crecieron hasta convertirse en árboles. Estos árboles vivieron hasta el tiempo predeterminado, dando fruto y cobijo, y manteniendo a muchas criaturas. Luego, oportunamente, cuando su tarea se hubo completado, los árboles murieron y el bosque quedó sin vida, excepto por cierto número de abejas que buscaban un hogar, así como un lugar donde establecer vida comunitaria. Descubrieron que muchos de los troncos muertos estaban huecos, y en ellos construyeron sus colmenas.

-Los troncos fueron de utilidad durante muchas generaciones de abejas. Luego, uno por uno, siguiendo el curso normal de deterioro, los troncos comenzaron a caer. Aquellas abejas que se encontraban en árboles aún sólidos se refirieron a sus compañeras menos afortunadas, diciendo:

- ¡Mirad qué perversas son! Esto es un castigo para ellas.

Luego, Sayed Jafar calló. Jamás terminó su historia y nadie supo y el Sendero de las Abejas oculto permanece.

Anónimo dijo...

Estimado Moli, San Isidoro incólume, pero noticias oí sobre vicios en las abejas.
¿Me preocupo?

¿Ascosferiosis?
¿Acaso se detectó aparición de momias de larvas -suelen ser de zángano- en los cuadros, fondo y el exterior de la colmena?

¿Nosemosis?
¿Viste abejas con abdomen distendido, constipación o diarrea, y una debilidad general que les impide volar?

¿Amebosis?
A simple vista, ¿pudiera hablarsede abundante diarrea de color amarillo claro? Ten en cuenta que, en este caso, los animales también suelen presentar el abdomen inflamado

Estimado Moli, infórmame, pues resulta trabajosa la solución. Se necesitan medios y tiempo. ¿Desinfección del material con ácido acético? ¿Tratamientos farmacológicos?
Hay que valorar.

Ante todo, San Isidoro incólume.

Anónimo dijo...

Me preocupa usted, Monsieur Le Batiscaf, por no decir que me acongoja. Tras el bonito relato apícola de Lex, sus noticias sobre ascosferiosis ponen a todo el aparato de prevención Molar en alerta. Ahora lo de la nosemosis o la sísémás ya es cosa de expertos en animalillos como Troquelillo Pastenaga o Creatinina Sindiós.
Los haré llamar.
Cortaremos de raíz los posibles focos de infección.
Tendremos miel para la fiesta melera. Hidromiel para el Gran Piscolabis Molar de Isidoro.
Condimento de frutillas para nuestra ración semanal de carne de caballo.
Alegría, paz, prosperidad y buen humor.
Ya sabe usted, todo bien ajustado y en sazón a la maravillosa Molar Way of Life.

Anónimo dijo...

Nada hay que añadir a la _ _ _ ni a la todavía más _ _ _ _ de nuestro _ _ __ _ _ _ _amixolar.

Anónimo dijo...

Artística imagen,sí,lo es,
parabienes.Bajo ella La Gran Felicidad nos rodea,y el Silencio nos embarga, ¿o embraga?

¿quién era el amiguete de pablete y javierín?

Anónimo dijo...

Así me lo narró mi grandfather Publio Sertorio Tulio Magnífico, según oyó de los antiguos griegos:

Paseándose un bello día en la verde montaña de Pelión, Apolo descubrió una virgen de una gran belleza llamada Cyrene, prendado de ella la convenció para seguirle a Libia. En este país construyo una ciudad en su honor a la que llamo Cyrene desposándola y teniendo un hijo con ella al que puso el nombre de Aristeo.

Según las costumbres de los dioses Apolo envió su hijo a las Ninfas para que le alimentaran y le criaran, lo que realizaron con gran esmero.

Las Ninfas le enseñaron el arte de la agricultura y sobre todo de la apicultura.

Cuando Aristeo alcanzo la edad adulta, sintió el deseo de enseñar a los hombres los conocimientos que había recibido de las Ninfas. Con este fin, visito la isla de Kea, en el mar Egeo, donde enseño el arte de la apicultura a sus moradores.

Al parecer la permanencia de Aristeo en la isla de Kea, y su magisterio de la apicultura duró mucho tiempo, dejando a su partida algunos bastardos a modo de recuerdo, y siendo, según la tradición, colmado de honores por los habitantes agradecidos.

Por otra parte los habitantes de esta isla, para honrar la memoria de Aristeo, acuñaron monedas con su efigie.

Tras abandonar la isla de Kea, según narra el anciano poeta Pindaro, Aristeo se dirigió con el mismo fin de enseñar la apicultura a la Arcadia en el Peloponeso, donde sus habitantes le trataron con los honores de semidiós.

Un día,cuando descansaba de sus enseñanzas sobre la apicultura, descubrió en su paseo, en un sitio encantador, a la Ninfa Eurydice, esposa de Orfeo. Cautivado por su gran belleza experimentó por ella una gran pasión, como ella rehusó su amor, él intento violarla, pero Eurydice gracias a su agilidad logró escapar, y en su huida piso una serpiente venenosa que la mordió y causó su muerte.

Las Ninfas irritadas con Aristeo que era el culpable de la muerte de su hermana Eurydice, le castigaron matando todas sus colmenas, a pesar de ser consideradas como las protectoras de las abejas y ser llamadas también Ninfas apicultoras.

Para desagraviar a las Ninfas, Aristeo, Siguiendo el consejo de su madre, que había consultado al dios Proteo, guardián de los rebaños de Neptuno, sacrifico 34 bueyes, 87 perros gordos, 25 perros flacos y 44 vacas, tras lo cual las Ninfas se aplacaron inmediatamente e hicieron surgir de las entrañas corrompidas de las bestias nuevos enjambres de abejas, bendiciéndoles incluso para que obtuvieran una abundante cosecha de miel.

¿Así fue?
Yo así lo oí.