domingo, enero 21, 2007

La gente terrible


La gente terrible estuvo ayer por la tarde en tu casa. Corrían semidesnudos por los pasillos. Querían que lo pasaras bien: mordisquear, herir, picar, arañar, masticar, tarascar, desgarrar, partir, hender, escarbar, raspar, sajar, pinchar, tronchar, despedazar, morder, cortar, averiar, marcar, señalar, rasguñar, rayar, rasgar, romper; hacerte daño.
No estabas. Se fueron. Supongo que volverán uno de estos días por tu carne de caballo.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

No hay nada censurable en que la gente terrible bambolee su órgano por el pasillo de casa.
Sí es censurable la tendencia al brulote o al comentario mendaz.
Así lo pasó Tatiano. Eso hacía muy mal a Tatiano, por ejemplo, que se encontraba ante notas donde se lo sindicaba de comunista, snob, y su apellido siempre era antepuesto por la adjetivación "el muy suave". En esos casos la indignación del pianista itálico era tal que reclamaba al doctor Paulo Moscoso Filho de Aragao el inicio de un juicio contra "La voz del Bravata", y nos costaba ímprobos esfuerzos convencerlo de que no era político echarnos encima toda la prensa.
Nuestro primer contacto con los Naninga tuvo lugar el 19 de mayo de 1979. Fue Antoine Puyseguin quien los descubrió al clavársele un dardo envenenado en su ojo derecho. Los Naninga eran caníbales pacíficos, pero a veces tenían esas reacciones.El joven arqueólogo sobrevivió seis minutos al impacto de la saeta que.Me atrevo a pensar que la muerte fue preferible, para él, al terrible destino de quedar tuerto. El don de la vista es, para un arqueólogo, irremplazable. El veneno en que se hallaba impregnada la punta del dardo le evitó el tormento. Se trataba del temido "pinchei-ro-acá-mellhá", derivado del "curare", que paraliza las vías respiratorias y torna totalmente cano el vello que crece en las axilas.

Unknown dijo...

Impresionante documento gráfico.

Anónimo dijo...

No sé quién es Lex.
No sé quién es Luthor.

Me gusta lo que dice.

Habrá que meditar sobre la tabla de planchar (procurando no caerse).

No sé quién es.

Et excrucior.

Anónimo dijo...

Vencido Superman, que me aburre por ñoño y celestial, Lex Luthor se dedica al comentario de actualidad.
Molibdeno introduce interesantes apuntes sin tergiversar las ponencias ni poner voz de tenorino.
Me mola Spiderman, que no llega a fin de mes y la prensa amarilla en la que el trabaja se pasa el día machacándole, o los mutantes de X-men, que están marginados y tienen dudas existenciales bastante gordas.
Recientemente, sabios ígnaros, elucubraron acerca de la kryptonita.
Así dijeron: Fragmento o roca del perecido planeta Krypton que al llegar a la Tierra en forma de meteorito, resulta mortal para cualquier kryptoniano. Las hay de varias especies y colores pero las más importantes son la verde que puede llegar a matar a Superman y la roja que le causa tratornos diferentes cada vez que se expone a su radiación. La kryptonita tuvo su primera aparición flotante en los programas de la radio de los años 40 y desapareció convertida en hierro.
Las otras clases de Kryptonitas que hay son:
Kryptonita dorada: Sus radiaciones le quitan a Superman sus poderes de forma permanente.
Kryptonita azul: Sólo es tóxica para los Bizarros.
Kryptonita blanca: Sólo es perjudicial para las plantas.

Anónimo dijo...

También Kryptonite líquida, pero la última garrafa que había de ella en la Tierra se la bebió al bestia mulé.

Kryptonite, la bebida energética.

Anónimo dijo...

Los marmolistas (también los moldavos) están de luto por el atropello malo del marmolista. Cuando lo sacaron de debajo del Tyrrell P 34 de la Bestia Mulé, sólo pudo decir (con un hilillo de voz, claro): Jaime, Jaime...

Por la esquina asomaba la calva de Lex Luthor, que iba repitiendo por lo bajini este brocardo casi desconocido:
"Dura Lex, sed Lex", del cual un señor semidesnudo y con carita de burgomaestre sacó su nombre de Luthor, Lex. Y una eminente marca de loza, vajilla y cristalitos, el nombre de Duralex (que al principio era Duralexsedlex, aunque luego lo abreviaron por consejo de una señora de Motrico con habituales dificultades en el aparato fonador y un poco menos habituales obstáculos en lo más hondo de su epigastrio).

Anónimo dijo...

No saber, no saber,
y cuánto órgano y escroto malundrinciado