martes, abril 07, 2009

¡Albricias, Álvar Fáñez!



Como sabéis, queridos amigos y compañeros en la molaridad, llevábamos unos días preocupados por la suerte de nuestro joven enlace en Oriente. Lo último que habíamos visto de él era un vídeo de unos pocos segundos en el que con voz desasosegada y carita paliducha pronunciaba claramente la palabra chamusquina.
Pues bien: nos llega desde la Estación Molar más al Este de Francés (la preciosa Estación Mono) esta imagen del Jovencito Emponzoñado que según nuestros Servicios de Inteligencia Emocional (¡esos admirables hombres del SIE!) fue tomada el pasado sábado 4 de abril alrededor de las 13.39, muy probablemente en la residencia de entretiempo de Lady Tembeleque Párkinson Gagá.
Su aspecto es magnífico y las personas que le rodean parecen bien alimentadas y amantes del Mono, respetuosas con él.
En cuanto a su indumentaria y utillaje, los expertos del SIE aventuran la teoría de que podría tratarse de instrumentos de gran sofisticación para comunicarse con las almas de los muertos, aunque a mí me da que lo que pretenden con tales afirmaciones es ganarse mi confianza para llevarme al huerto (emocional). Así, yo apostaría por algún tipo de ritual nanoneurológico (atención al casco y las gafas de alcanfor) como aquel que veía cuando niño, todos los jueves por la tarde, en las calles de mi barrio-rincón, del que nada añoro: viejas semidesnudas comiendo moscas a manos llenas.

En todo caso, y sea como sea, y ahí me las den todas, y firulín firulamen:
¡Albricias, Álvar Fáñez!

5 comentarios:

Pitita de Orleans dijo...

Qué instrumentos de gran sofisticación para comunicarse con el alma de los muertos ni qué ocho cuartos???

Yo, que estoy licenciada en Pretecnología y en Postraumatismo del Fémur y la Ameba de Montaña, puedo decir, sin rubor, que el artilugio que opera el (siempre gracil y apuesto) Jovencito Emponzoñado es...una vaca.

Sí, sí, de ala ancha y de medio lao, pero una vaca. Con sus estos y sus aquellos. Desde luego, vio tiempos mejores.

Bien dices que, por las gafas de alcanfor y el casco podría tratarse de un nosequé neuronosecuántos. Se ha dado y podría volver a darse (que Dios nos pille confesaos).

Pero es igualmente cierto que las gafas de alcanfor también han encontrado uso en el ordeñado a baqueta de vacas Holstein y de vacas de ala ancha y de medio lao.

Lo del casco lo atribuyo, más bien, a una cuestión de halopecia (caida del halo...no parece ningún santo, el Jovencito ese).

lex luthor dijo...

No es una vaca, es un nuroznif. En el planeta Zorg lo usan los druidas. Les unifica las neuroznas, las apapilla y las convierte en una y grande.
Las ventajas de tal medida no me las sé.

Molibdeno Molar dijo...

No sé si es vaca o nuroznif, la verdad, pero agradezco mucho vuestras aportaciones.
Puedo, si os parece, hacer llegar tan valiosa información a los agentes del SIE y que ellos la archiven en sus cestitas de mimbre, en sus tinajas de barro, en sus tupperwares de tupperware.
De nuestra querida Pitita hacía mucho que no sabía, así que me alegra saber. O más, dado que lo que sé, añadido a lo que sabía, es ya mucho. Y bueno.

Sí querría aclararle que aunque nuestro Jovencito no sea desde luego ningún santo, toda persona con una pizca de molaridad en su ser lo aprecia y lo venera como a un animalillo suave y peludo (no tiene huesos; parece de algodón).

Y en cuanto a los druidas de Zorg:
ahí me las den todas (con su varita de fresno u de abedul).

Minestró dijo...

Oh! Revelación!
Vista la imagen una y mil veces, analizada hasta el lagrimeo en el microscopio electrónico, filtrada con rayos Gamma y filtrada con rayos Globba, puedo concluir.

Y por tanto concluyo que el instrumento que opera nuestro querido jovencito es... glups... ¡¡¡La Batería Exagonal Perdida!!!
La misma mismita que tocaba John Keeble, el batería de Spandau Ballet (no confundir nunca con el saxofonista (loco) de cabellos de oro) en el concierto de despedida del "On Tour TurTur" en Antananarivo en el 82.
Después de ese concierto la batería desapareció. Nunca más fue vista. Y mira que la buscamos.
Bien por Jovencito!
Bien!

Molibdeno Molar dijo...

¡El mismísimo John Keeble! ¡Intérprete años más tarde de "El Lago Azul IV — Amor, caparazón de galápago!

¡Pensaba que nadie más (¡hace tantos años, eh!) se acordaría de él!

¡Pero el gran Minestrone siempre está atento y todo lo ve!

¡Cansa escribir con tanta exclamación, pero al César lo que es de Ernesto y a Claudio lo que es de Joe!