viernes, abril 03, 2009

Caminar sobre las aguas ya no es cosa del pasado



Pues bien: ahora que las nuevas tecnologías (benditas sean, y más en Francés) y los avances en medicina recreativa nos permiten de nuevo caminar sobre las aguas, me he permitido el capricho de tener una breve conversación (cada segundito sale por un riñón) con el cadáver de Belgrado Matóse Minino de Máuser, al que los expertos en diálogos de ultratumba conocen como "Nino Mono", sobre los viejos tiempos, los tiempos secos, los de triple pulmón.

- Me gustaría que me contara, si no le importa, cómo hacían para caminar sobre las aguas de manera, digámoslo así, artesanal. Y por qué a partir de los años del Gran Relente la juventud dejó de practicar tan sana costumbre y llegó la moda Francés de las meriendas de río, de los baños de mar.
- Yo diría (con esta voz que me sale de aquí abajo, hijo, que parece que hables con el del tren de la bruja) que desde que dejaron de cultivarse flémoras y cardacirios y se optó por sembrar el mundo pequeño de inciensos de diferentes sabores y frutas de agua de fregar, los humanos se fueron humedeciendo sin poder evitarlo; hasta que los pocos que pudieron conservar los pies secos fueron muriendo de reuma cerebral.
- ¿Y se alegra usted de que algunos (y espero que poco a poco los demás) puedan de nuevo ser hombres secos y huir de la humedad?
- Me alegro.
- ¿Y conoce usted plantas dicotiledóneas?
- Conozco.

9 comentarios:

Moutinho Mores dijo...

Este tema claro non me lo insufla.

Bab Acatúa dijo...

Sr. Molibdeno,brillante disertación. Me agrada.
A Moutinho creo que lo noto confundido.

lex luthor dijo...

Conversaciones con cadáveres húmedos?
Dos alternativas vislumbro:
a- Necrofilia incipiente.
b- Influencias religiosas no muy habituales en Occidente y provenientes del antiguo zoroastrismo.

En todo caso la prosecución de la conversación nos dará más pistas.

La semana que viene no me podré comunicar, pues uno de mis periódicos desplazamientso al planeta Zorg me lo impedirá.

Moutinho Mores dijo...

Senor Bab confundido non asevera la mia posta non confundido mentresque dio tema non me lo insufla sua base com comprenessa porigoso puor mi.
Cadaveres parlantes de giardinieros me donan miedo es algo porigoso.
Non confundido non confoso mentresque si la cuestion ver sua me asento seguro.
¿Me asento seguro?
Non¡¡
Non me asento seguro enfrontado a uno giardiniero cadaver parlante.

el desmayos dijo...

Quepasa trons¡¡¡ que ya no circulaba hacía tiempo por aquí y nada que ayer jarto estoy aún de chorizos parrilleros y llego a esto y hay jardineros muertos que nos hablan?
Me parece raro trons.
Eso sí lo de insuflarse resulta chocante.
Qe no me lo insufla dice, pero eso qes?
Anda que lo del planeta Zorg, Planeta Zorg y chorizos parrilleros de colores.

Molibdeno Molar dijo...

Ahí mucho que comentar por aquí, ¿eh, amigos?

Lo haré en cuanto pueda.
No es que no quiera hacerlo ahora. Me encantaría, amigos, disfrutar más rato de vuestra alegre compañía: es que me duele la tripita.

Molibdeno Molar dijo...

O por decirlo con otras palabras:

ahí hay un niño que dice ay.

Moutinho Mores dijo...

Non me asento seguro, se mi confronta piosisao el cadaver del giardiniero parlante e muito malsomnio ochigo. Mia imagino la sua aulor a mortandila e me remembrossa il budello.
Mais ansacabo desplenar il budello, mais liquidino liquidino, torna el miedo porigoso.
Cadaver parlante non me lo insufla.

Molibdeno Molar dijo...

Vamos por partes:

Moutinho no ha de tener miedo, ya que la conversación con cadáveres es una práctica habitual en las zonas NoFrancés y siempre de gran utilidad y provecho para el género humano (aunque, como ya dije, sale por un ojo de la cara).
Más:
deseamos mucha bienaventuranza a Lex Luthor en su viaje a Zorg (y da recuerdos por allí si ves a alguno de estos).
Aún Más: a El Desmayos, nuestro querido amigo animoso, le alabo el gusto por los chorizos parrilleros (y más sí son de colores) y le animo a que siga devorándolos siempre que tenga ocasión porque esa buena práctica le dará vigor y salud mental casi infinita.

Y a todos, en fin, os animo a que volváis a practicar el paseo sobre las aguas en cuanto notéis que vuestros piececillos empiezan a estar lo sucientemente secos gracias a estos maravillos tiempos de progreso que vivimos.

Gracias y buenas tardes.