lunes, junio 05, 2006

Carne de caballo



"Moli los dejó dormir y se puso a dar vueltas por el campamento. Se preveía un próximo combate con los japoneses. Los soldados se preparaban o desayunaban. Los jinetes daban pienso a sus caballos.
Había un cosaco que tenía frío en las manos y se las calentaba en el coño de su yegua. El animal relinchaba suavemente; de pronto, el cosaco, enardecido, se subió a una silla detrás de su bestia y sacando una gran polla tan larga como el asta de una lanza la metió con delicia en la vulva animal, que segregaba un zumo caballar muy afrodisiaco, dado que el bruto humano descargó tres veces con grandes movimientos de culo antes de desencoñar.
Un oficial que vio aquel acto de bestialismo se acercó al soldado junto con Moli, y le reprochó vivamente haberse entregado a su pasión.
— Amigo mío — le dijo —, la masturbación es una cualidad militar. Todo buen soldado debe saber que, en tiempo de guerra, el onanismo es el único acto amoroso permitido. Menéesela, pero no toque usted a las mujeres ni a los animales."

Apollinaire
Las once mil vergas o Los amores de un Hospodar
(1907)
(Trad. de Mauro Armiño)

19 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bien por el anónimo que recordó a la Maru. Muy requetebien.
Muy bien por Apollinaire, es como la Maru.

Pero, ¿y Pastenaga?¿qué se ha hecho de Pastenaga?¿no habrá habido ejecución sin nuestra Aquiescencia?

Estamos preocupados. Y si nos preocupamos, incendiamos.

Anónimo dijo...

A mí también me gustó la Maru, la del Raval.

En cuanto a Pastenaga, está dormidito en su nidito del Caprabo. En la sección "Pastenagas. Nagas Nagas".

No incendies.

Pastenaga vive.

Su rizoma: nuestra Ley.

Anónimo dijo...

Burro y Séneca, charlan sentados mientras Nerón, hijo de Agripina y el emperador Claudio, recién sometido a la manumissio de su Divinidad, juega en silencio alrededor de estos.

- Ay, Nerón, qué pillín. Anda, deja de jugar con el mecherito de los huevos!!

Nerón, perturbado en su intento de prender un vaina de la espada de Burro, cesa en intento para buscar otro objetivo. Tras unos instantes:

- Neroncito, ¿no huele a quemado?Que dejes de jugar con el mecher......Joder, joder, joder... ¡¡fuuuuuuuu bfffuuuuuuuuuuuuuu!!!
Sopla, coño sopla Burro, que el cabrón del chiquillo este me ha prendido la toga.

Anónimo dijo...

Nerón era primo lejano de Troquelillo Pastenaga, y coleguita de Antológica de Morandi y de Julián Dientes de Sable.

Decía que amaba el fuego por la luz, no por el calor. Que los que perecían en tan bonitos incendios, eran locos desesperados que se arrojaban a las llamas. Decía que los señores chamuscados no huelen muy bien.

De tanto en cuando, se buscaba el tirabeque entre los pliegues de la toga.

Anónimo dijo...

Louis Noir también sentía verdadera pasión por el fuego. Lamentablemente no lo pudo disfrutar mucho tiempo. A los 16 años se quemó a lo bonzo.

Por muchos años que hayan pasado desde que aquel fatidico día nos abandonase, siempre podré recordar, pues quedó perfectamente impregnado en lo más profundo de mi corazón y de mis fosas nasales, su característico olor a chamuscado y a Acetona.

De personalidad extrovertida, siempre quería dejar rastro por donde pasaba. Y normalmente lo lograba.

Su muerte no fue una excepción: No sólo por aquel olor a asado que frecuentemente me recuerdan las tiendas de pollos al Ast, sino también por otras sensaciones que percibí aquel día y que permanecen vivas en mi recuerdo: La cantidad de espuma y polvo que don Prudencio, el portero, le echó encima con el extintor; o el crepitar de sus fibras descomponiéndose por el fuego y los líquidos inflamables; el color negruzco del ovillo en que quedó convertido; o sin ir más lejos, la carbonilla que, como arena, caía al suelo cuando el SAMU, secada ya la espuma entretanto el Juez llegó y levantó el cadáver, se llevó su cuerpo.

Curioso contraste. Negro sobre sábanas blancas.

Anónimo dijo...

Empero Rumiñaui.

Anónimo dijo...

Luis Negro carbonizado.

Don Prudencio con el extintor.

Olor a acetona.

Empero Rumiñaui asomando la cola.

Los usuarios anónimos me dan cada día más miedo.

Miedo.

Y moscas.

Y más miedo.

Anónimo dijo...

Vaya cosas tiene este blog. No se actualiza. ¿Está siendo intencionadamente preterido?.

Anónimo dijo...

Doy fe de que él solo no se actualiza, no.

Es así de suyo el Blog de Moli.

Trabajo es a Blog lo que actualización es a usuario anónimo.

Sin tiempo, no hay actualización.

Aún quedan niños muertos de Iale y ya se asoman las viejas poetisas de Benetússer.

La cosa se complica.

Anónimo dijo...

¿Qué querés? Las poetisas del Templo de Benetússer, deidad de la longevidad para los Partos, requieren su tiempo. Como todas las cosas que requieren de tiempo.

Anónimo dijo...

Pues sí: los niños y las viejas de Benetússer mantendrán ocupado a Moli estos días.

Mala noticia para nónimos y anónimos en Le Blog.

Siempre nos quedará La Maru.

Anónimo dijo...

Los niños. En The Blog. Con la Maru. Juntos pero no revueltos. O si.

Anónimo dijo...

Escanciando vodka.

Anónimo dijo...

El que con niños s eacuesta, con La Maru se levanta.

Anónimo dijo...

La Maru, la Maru.... Vaya mujer. ¡Cuánta calle!

Anónimo dijo...

Dicen que hay mucho lector oculto. Yo más bien creo que hay mucho mariconeo.

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

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